Comprar un dominio

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  Comprar un dominio es un paso clave en la digitalización de tu empresa. Una inversión para cualquier negocio que desee obtener visibilidad y beneficios en Internet.   Registrar un dominio es también una garantía de seguridad para cualquier negocio, más allá de las ventajas de visibilidad en los buscadores. Es lo primero que debes hacer para mejorar o consolidar tu presencia en internet. Expresado de forma simple, el nombre de dominio o dominio es el nombre de un sitio web, el texto que leemos después de "@" en una cuenta de correo o de "www." en una dirección web.   El nombre de tu dominio será aquello que le dirás a cualquiera que te pregunte sobre cómo encontrarte en la red. ¿Quién puede registrar un dominio? Cualquier persona puede comprar un nombre de dominio acudiendo a un registrador de dominios. Tan solo hace falta buscar un nombre que esté disponible y pagar una cantidad por el registro del dominio. Podemos elegir entre varias terminaciones de dominio (TLD

Diferencias entre calidad y lujo


Definición de la palabra “Lujo” según Wikipedia: Hace referencia a aquellos bienes, arreglos, manufacturas, obra de arte u objetos que exceden lo necesario. 

Una simple lectura de esta definición “express” basta para concluir que resulta poco precisa. Existen infinidad de artículos y/o servicios que pueden ser adquiridos y aún excediendo lo necesario, no son necesariamente artículos de lujo. 

Si nos referimos a la adquisición de un vehículo, por ejemplo, observaremos enseguida que “lo necesario” es relativo, subjetivo, difícil de consensuar. Obviamente, no cuesta lo mismo un Seat Ibiza que un BMW Z4, sin embargo, ¿debemos referirnos al BMW Z4 como un coche de lujo?, ¿Dónde podríamos establecer la frontera entre la calidad y el lujo?   

En el mundo del marketing, estas son siete de las diferencias principales que delimitarían dicha frontera:

Precio: El precio alto de un producto de calidad se justifica por las características o prestaciones extras, si las comparamos una a una con una marca masiva. En el caso de un producto de lujo no es así. El precio de un producto de lujo excede por mucho el valor funcional del producto, de manera que limita el acceso.

Mercado: El mercado de los productos de calidad o “Premium” es amplio si lo comparamos con el del lujo. Abarca a todo aquel que esté en disposición de justificar racional y financieramente los beneficios del producto. En el caso de los productos de lujo, tan solo una reducida parte de la población puede acceder a la marca.

Distribución: En el caso de los productos “Premium” existe una amplia variedad de canales que suelen ser usados de manera simultánea. En el caso de los productos de lujo, la distribución es altamente selectiva y en ocasiones exclusiva.

Línea de productos: En el caso de los productos de calidad, se observa que la línea de productos puede ser amplia, de manera que existe un producto distinto para cada segmento de público. Por el contrario, en el caso de los artículos de lujo la línea de productos es muy reducida. 

Producción: La producción es masiva en el caso de los artículos “Premium”. El objetivo es producir  de la manera más rentable posible. En el caso de los artículos de lujo, el método de producción suele formar parte del mito de la marca y la producción suele ser limitada.

Personalización: A diferencia del resto de marcas, las marcas de lujo realizan propuestas de experiencias exclusivas, únicas, pensadas, diseñadas y construidas para sus clientes. La “customización” y los productos a medida son una forma clave para crear valor para los clientes que buscan exclusividad.

Entrega: La entrega es inmediata para los productos de calidad superior, el consumidor no está dispuesto a esperar. En el caso de los artículos de lujo, la espera suele acompañar a la propia experiencia de lujo.

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