Imaginemos
un corredor de bolsa al que confiamos parte de nuestros ahorros. A buen seguro,
desearemos que transcurrido un tiempo nuestra inversión reporte beneficios.
Si
nos dirigimos a una entidad bancaria con la intención de confiarle nuestros
ahorros es muy probable que nos hablen de productos financieros mediante los
que obtendremos beneficios sobre el capital. Con seguridad, querremos conocer
el tanto por ciento de interés que obtendremos por nuestro dinero. Incluso es más
que probable que solicitemos una recreación de la inversión para saber
exactamente qué cantidad podremos ganar invirtiendo en aquel producto.
Cuando
nos interesamos por un producto lo hacemos en base al beneficio que pensamos
obtener. Tanto si se trata de un ordenador, un teléfono o un electrodoméstico,
solemos informarnos de las características del artículo en cuestión para
determinar si dará respuesta a nuestras expectativas. En todos los casos,
buscamos información que valide nuestra decisión. Pretendemos conocer a cambio
de qué vamos a invertir nuestro dinero. Lo hacemos constantemente en nuestra
vida y es por eso que lanzo una pregunta:
¿Por
qué tantos empresarios de este país invierten en SEO/ SEM /SMO y no se interesan
por conocer lo que obtienen a cambio de su inversión en Internet?
“Sí,
ahora que lo dices he notado más llamadas últimamente”, te dicen algunos.
“Estuve haciendo Adwords durante unos meses pero no me funcionó”, te aseguran
otros (lógico, hizo la campaña él mismo invirtiendo los cupones de 75€ que
regala Google, sin ni siquiera realizar un estudio de palabras clave y/o de competidores, ¿cómo demonios le iba a funcionar?)…
Sinceramente
no lo comprendo. Muchos de estos señores son los mismos que se ven obligados,
según dicen, a dejar sin cesta de Navidad a los empleados para optimizar
recursos (y ahorrar 800 euros a lo sumo). Ojo, no es que ponga en cuestión si
deben aplicar o no recortes, tan solo
me sorprende lo paradójico de su comportamiento.
A
riesgo de repetirme más que el ajo lo volveré a decir: en Internet, medir es
fundamental. No solo nos permitirá conocer el rendimiento de nuestra campaña
puntual, nos servirá para optimizar nuestras campañas del futuro, nuestra
página o páginas y hasta es posible que nos lleve a replantearnos políticas y
estrategias. Internet ofrece fabulosas herramientas de medición. Incluso con un
mínimo conocimiento matemático, podemos diseñar nuestras propias tablas.
Si
invierto 500 euros al mes en algo necesito saber si ese algo me reporta 530 ó
470 al mes siguiente. Porque dependiendo de lo que sea, en el primer caso tal
vez me plantee multiplicar la inversión por 100 (es un decir), y en el segundo,
querré saber a qué se debe, me haré preguntas del tipo: ¿Mi página web no
convierte?, ¿por qué razón?, ¿qué palabras aportaron más tráfico durante la
campaña?, querré conocer cada detalle a fin de sacar el máximo partido a mi
inversión, exactamente igual que en el ejemplo del agente de bolsa o el
producto bancario, etc.
Además,
es muy probable que si de cara al próximo año le dan a la medición y al
análisis la importancia que tiene, no se verán obligados a hacer según que
recortes, o como mínimo, podrán rectificar con antelación y evitar males
mayores.
todo eso está muy bien pero al final no hay tiempo para todo. para los que no nos dedicamos Internet sigue siendo algo muchas veces indescifrable y no tenemos tiempo para dedicarle. Nos guiamos por las ventas.
ResponderEliminarAlberto
Buenos días Alberto,
ResponderEliminarEl tiempo es limitado y cada uno debe determinar sus prioridades. En cualquier caso, ¿qué pasaría si bajases un 20% el precio de lo que vendas?, probablemente venderías más pero, ¿querría eso decir que estás haciendo las cosas bien en Internet?
Saludos.